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viernes, 27 de noviembre de 2015

No Pierdas la Esperanza. Habacuc 1.


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Esperanza es la capacidad de poder esperar o tener el anhelo de lograr algo algún día.
Lo único que hace que un sueño se mantenga vivo y que la ilusión nunca se acabe es la esperanza el saber que algún día podremos ver hecho realidad ese propósito que tenemos.
Hay momentos que parecen tan difíciles que nuestra Esperanza también parece desvanecerse. Una verdadera esperanza nos lleva a creer aun cuando todo parece estar perdido. Romanos 8: 18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Consecuencias de perder la esperanza.
1. Nos volvemos exigentes. V 2 a ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré?” queremos que las cosas se hagan en nuestro tiempo y bajo nuestras condiciones. Esto hace que nos convirtamos en personas inconformes nada nos sacia. Una persona inconforme no puede disfrutar de lo que tiene y por eso su vida es infeliz.
2. Creemos que Dios y los demás no nos escuchan. V 2 b “y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás” por esta razón nos consideramos heridos en el alma y nos llenamos de dolor.
3. No queremos ver la realidad de lo que está pasando. V 3 ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan.” el mundo es como es y no lo podemos cambiar. Debemos aprender a vivir en él. De lo contrario nuestra vida será un martirio Cristo nos advierte acerca de los tiempos. 2 Timoteo 3: 1 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
4. Dejamos de creer en el bien. V 4 “Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia.” nuestra mente tiene poder que se refleja en nuestras palabras. Para algunas cosas los cristianos aseguramos que nuestras palabras tienen poder pero cuando estamos pasando por algún momento de crisis nos olvidamos y empezamos a proferir palabras de maldición cuando decimos que ya todo está destruido y nada hay por hacer.
5. Causa envidia. El cristiano que cree que el impío está prosperando más que él se llena de envidia y la envidia lo hace caer. Salmos 73: 2- 3 “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos.
Porque se pierde la esperanza.
1. Falta de Confianza en Dios. Salmos 28: 7 “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.” confiar es entregarse por completo no importa lo difícil de las circunstancias. Creer es muy diferente a confiar. Creer es tan solo saber que Jesucristo puede hacer Milagros. Por esta razón hasta los demonios también creen. Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
2. El Relacionarse con personas negativas. 1 Corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.” el estado de animo de una persona es contagioso. Cuando alguien se ríe o llora por lo general termina haciendo que los otros hagan lo mismo.
Como Recuperar la esperanza.
1. Cree que para Dios todo es Posible. Mateo 19: 26 “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.
2. Llena tu mente de pensamientos positivos. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
3. Cree que tú eres capaz. Filipenses 4: 13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” el creer que eres capaz hace parte del amarte a ti mismo. No se trata de ser egoísta se trata de reconocer que eres importante así los demás te desprecien. Mateo 22: 39 “Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” la única forma de amar a los demás es si nos valoramos nosotros mismos.
La esperanza es algo que nunca se debe perder. La esperanza es la fuerza que nos impulsa a seguir avanzando hacia nuestras metas. La esperanza se debe mantener hasta el final solo esto hará que nunca nos rindamos. Esfuérzate y se valiente con Cristo lo puedes lograr.